Lapònia

La familia formada por Mónica, Ramón y su hijo Martí emprendió un viaje a tierras finlandesas para celebrar las festividades navideñas en compañía de la hermana de Mónica, Nuria, su pareja finlandés y la pequeña Aina, de cuatro años. Martí, el joven hijo, se mostraba emocionado ante la posibilidad de encontrarse con el verdadero Papá Noel en Finlandia.

La velada entre las dos familias prometía ser idílica, con una acogedora cabaña rodeada de árboles nevados, una cálida chimenea, trineos a la entrada y un entorno familiar placentero. Sin embargo, la armonía se quiebra cuando Aina revela a Martí que Papá Noel no es más que un personaje ficticio inventado por los adultos para influir en el comportamiento de los niños.

Es evidente que la idea de un solo hombre repartiendo regalos a todos los niños del mundo en una sola noche resulta improbable. La decepción de Martí es considerable, pero aún mayor es la de sus padres, Mónica y Ramón, quienes consideran mantener viva la ilusión de su hijo como uno de los pilares fundamentales de la Navidad.

A partir de este suceso, ambas parejas confrontan dos enfoques educativos radicalmente opuestos, debatiendo sobre la verdad y la mentira, las tradiciones, los valores familiares, y desenterrando inevitablemente secretos del pasado que nadie deseaba sacar a la luz.